Durante este tiempo y especialmente tras instaurarse medidas de confinamiento en varios países debido al coronavirus (COVID-19), hemos de extremar nuestra higiene y la de los que más queremos ante las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las que destacan el lavado exhaustivo de manos con agua y jabón y/o la desinfección de las manos mediante una solución hidroalcohólica por lo que también resulta fundamental cuidar a nuestros animales en éste sentido.
A pesar de que en España se permite a nuestros canes dar paseos cortos con la finalidad de cubrir sus necesidades, durante éstos podrían entrar en contacto con el coronavirus presente en superficies, pomos, puertas y otros objetos inanimados, existiendo la posibilidad de depositarse tras el contacto sobre la superficie de nuestros animales, especialmente en el pelaje, hocico -tras olisquear-, cola o patas.
No existen pruebas científicas de que nuestros perros puedan padecer o transmitir el este coronavirus (COVID-19), pero sin embargo pueden jugar un papel en la transmisión al movilizar el virus, ya que de la misma manera que se encuentra en el pomo de una puerta, un billete o una superficie, podría encontrarse en las almohadillas o sobre el pelo de nuestro animal, por lo que el manejo y la higiene son de especial relevancia, aunque es importante destacar que para producirse la enfermedad, el virus ha de encontrarse en una cantidad determinada y que el pelaje y las fibras de nuestros perros dificulta la transmisión del patógeno que frecuentemente queda atrapado en el mismo.
Además es necesario ser responsable y evitar el contacto con nuestras mascotas si estamos enfermos, así como el contacto de animales con aquellas personas que están sufriendo este proceso o con aquellas personas que presentan síntomas.
Resulta por tanto clave, según las indicaciones de la Dirección General de Derechos de los Animales, la limpieza de las zonas anteriormente citadas para evitar el transporte y por tanto la propagación del virus, para lo cual los veterinarios recomendamos utilizar toallitas húmedas adaptadas para animales o agua y champú fisiológico de uso frecuente para mascotas, ya que los productos fabricados con etanol (desinfectantes hidroalcohólicos comunes, geles hidroalcohólicos), el alcohol o el agua con lejía están francamente desaconsejados, pues pueden resultar irritantes e incluso generar lesiones tales como quemaduras, debiendo elegir productos suaves a nivel dermatológico.
Además, cabe destacar que los productos a base de etanol pueden causar depresión letargo, episodios gastrointestinales, problemas respiratorios, hipoglucemia, ataxia -falta de coordinación- e hipotermia, si bien que esto ocurra es muy poco probable.
Aunque la limpieza con lejía es ideal para desinfectar las superficies de nuestros hogares por sus propiedades virucidas, no debe emplearse de ninguna manera sobre nuestras manos o sobre las extremidades de nuestras mascotas, ya que son sustancias alcalinas que pueden causar daños severos a la barrera cutánea del animal, provocando desde irritación leve en piel, ojos y hocico hasta lesiones cáusticas muy graves.
Protocolo para limpiar a nuestra mascota que recomiendo como veterinario. ¿Cómo limpio las patas de mi mascota?
- Limpieza exhaustiva del hocico y cola del animal mediante toallitas.
- Limpieza mediante toallitas de dedos, zonas interdigitales y almohadillas al volver del paseo y en caso de exposición continuada o al menos una vez al día, lavado de la extremidad hasta el codo o rodilla del animal.
- Aclarar con agua tibia y secar con aire frío, evitando el calor o los medios mecánicos como el excesivo roce con toallas que produzcan irritación.
- Evitar las condiciones de humedad excesiva que podrían dar lugar a infecciones por hongos (fundamentalmente levaduras como Malassezia o bacterias como por ejemplo los estafilococos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario