domingo, 4 de enero de 2015

¿Qué he de hacer para que mi mascota se recupere mejor de una cirugía?

Algunas de las claves que doy a los dueños de mis pacientes como veterinario son que el animal no alcance a tocarse o lamerse la herida, repose y no sufra golpes durante los días posteriores a la intervención. Pero... ¿Puedes hacer algo más para que tu animal tenga una mejor recuperación?.

En este artículo destacamos cinco tips o consejos para acelerar la recuperación de tu animal, así como para mejorar su calidad de vida en el postoperatorio.


1.- ¡Usa siempre el collar isabelino!

Si un perro o gato tiene una herida quirúrgica con o sin puntos hacia el exterior, va a tender a lamerse la herida.

Este comportamiento nada tiene que ver con la limpieza de la herida por parte de tu mascota y si con las ligeras molestias que le pueden causar los puntos o a la inflamación residual. 



Es cierto que la saliva tiene un efecto antiséptico moderado en la cavidad oral, pero es un inconveniente en las heridas, estableciendo un núcleo de infección potencial muy importante, no solo por que las bacterias de la boca no son las mismas que la de la piel, si no además por que produce un incremento de humedad en los márgenes de la herida, así como una irritación por lamido profuso y continuo de la zona.

Por otro lado, que nuestro animal acerque su boca a la zona de los puntos connlleva el peligro de que se muerda, traumatice o arranque los puntos, situaciones que constituyen uno de los problemas más frecuentes en el postquirúrgico de nuestras mascotas.



Tras una cirugía -no importa de que entidad, ni de que tipo- los veterinarios recomendamos sin excepción el uso del collar isabelino, método que en la actualidad es el más efectivo a la hora de evitar los daños que  mencionábamos con anterioridad.

Por lo general, el animal llevará el collar isabelino durante los 10 días posteriores a la operación, si bien en ocasiones se retira unos días antes o después a criterio del veterinario.

La campana o trompeta, como muchos la llamáis, se suele sujetar con una venda de gasa o con su propio collar, siendo fundamental y aportando tranquilidad tanto a los veterinarios como a los propietarios.



2.- Cuidado con la hipotermia y los vómitos.

Mientras nuestro animal se recupera de la anestesia se puede presentar un descenso de la temperatura (hipotermia) y vómitos.



Las recomendaciones habituales tras una cirugía son dejar a la mascota en un lugar tranquilo, vigilado y con buena temperatura, haciendo un ayuno de dieta sólida hasta el día siguiente (esto depende de las condiciones del animal y por ejemplo no será así en cachorros o animales con enfermedades metabólicas severas) y si la cirugía se ha realizado en la mañana, se dejará una pequeña cantidad de agua a libre disposición la misma noche de la cirugía, evaluando previamente el estado de consciencia y vigilando si éste la tolera.


3.- Mantén la herida limpia

La limpieza de la herida es fundamental tras la cirugía, por lo que tendrás que aplicar un antiséptico dos veces al día (generalmente povidona iodada, aunque actualmente se comercializan nuevos compuestos como el vetericyn, que está obteniendo grandes resultados y acelerando la cicatrización).

Además, puede que tu veterinario te recete alguna crema antibiótica y cicatrizante para que le pongas al animal en la zona.

Como punto clave, has de evitar que tu animal apoye la cicatriz sobre lugares sucios o con desperdicios, pues ello puede favorecer a la infección de la herida.


4.- Evita el ejercicio físico

Modera la actividad de tu mascota durante los primeros días para favorecer la curación de la herida y procura pasearlo con correa.



Con ello evitarás que a tu animal se le suelten los puntos internos o externos debido a fuerzas externas, enganchones, roces u otras condiciones.

Suplementa su falta de actividad con algo de trabajo intelectual (juegos en casa), cariño o premios si guarda bien el reposo.

Recuerda por último que es una situación temporal y que pronto volverán los paseos y correteos.


5.- Procura darle una dieta energética y rica en nutrientes.

Tras una operación, es importante aportar una alimentación palatable y de alta calidad, pues se ha demostrado que el nivel de proteínas en sangre tiene que ver mucho con la cicatrización de la herida.



Además, las propiedades organolépticas (textura, color, sabor, palatabilidad...), son importantes para incrementar un apetito que en muchas ocasiones es caprichoso o se encuentra disminuido.

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