La insuficiencia renal crónica (también conocida como Enfermedad Renal Crónica, IRC o ERC) es una pérdida progresiva e irreversible de la funcionalidad renal que al disminuir paulatínamente, produce signos propios de la enfermedad, pudiendo ocasionar como consecuencia final la muerte, de no instaurarse tratamiento.
Es más común perros y gatos geriátricos (que solemos ver en la consulta a partir de los siete años), aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Aunque como comentábamos anteriormente, la enfermedad progresa y es irreversible, el tratamiento médico puede retardar el desarrollo y consecuencias de la misma en nuestras mascotas, pudiendo llevar en la mayor parte de los casos una vida casi con total normalidad durante un periodo de tiempo largo, aunque todo ello dependerá del grado de compromiso de la función renal y de la detección temprana del proceso.
Desde hace años, el tratamiento médico tiene como objetivo controlar la proteinuria, la hipertensión y el hiperparatiroidismo (pues se establecen desequilibrios electrolíticos en iones como el calcio y fósforo, que están íntimamente relacionados).
En la actualidad, una gran cantidad de estudios demuestran que el uso de una dieta renal terapéutica es muy beneficiosa en el día a día de los animales con enfermedad renal crónica, mejorando los signos clínicos y prolongando el tiempo de supervivencia de nuestras mascotas.
¿Porqué son tan importantes las dietas renales y que ventajas tienen?
Por su cantidad de Fósforo - Importante por ser necesario para la supervivencia celular y presente en tejidos blandos, tejido óseo -huesos y dientes- y líquidos extracelulares.
"Muchos estudios y artículos veterinarios demuestran que la restricción de fósforo en perros con enfermedad renal en la etapa 3 (de 4) aumenta el tiempo de supervivencia.
Por su bajo nivel de proteínas - Las dietas bajas en proteínas disminuyen la cantidad de compuestos nitrogenados que necesitan ser eliminados por vía renal, con lo que los niveles de fósforo también disminuyen.
Ante la presencia de antioxidantes, que ayudan a neutralizar los radicales libres, causantes de daño celular en membranas celulares y producción de nuevos radicales libres.
Debido a su alta concentración en ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 - El ácido docosahexanoico y el ácido eicosapentanoico son agentes antinflamatorios que pueden ayudar a reducir la hipertensión arterial y glomerular, y por ello contribuir a que la función renal no se deteriore aún más.o.
Debido a la presencia de fibra altamente digestible - La fibra fermentable permite la "eliminación" de nitrógeno en las heces. Una dieta con fibra aumentará el número de bacterias intestinales, permitiendo la excrección de urea en heces.
"Varios estudios confirman que en animales con enfermedad renal en la tercera etapa dentro de la clasificación IRIS, las dietas renales incrementan el tiempo de supervivencia en lo que respecta a las dietas de mantenimiento.
"Es tanta la diferencia que en uno de los estudios, el 70 por ciento de los perros a los que se les suministró una dieta renal sobrevivió tres veces más que lo animales que tenían una dieta convencional"
Para finalizar, has de tener en cuenta establecer una dieta renal únicamente cuando tu veterinario haya corregido la deshidratación, náuseas, vómitos y otros síntomas concurrentes y concomitantes a la enfermedad que padece tu animal, pues el tratamiento dietético necesita de un tratamiento médico para resultar efectivo.
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